Entender la crisis de los sistemas y programas de infancia desde una clave de innovación, requiere de un modelo de interconexión donde participen académicos, universidades, organismos de Gobierno, municipios, personas usuarias de programas, Fundaciones Sociales, ONg, equipos profesionales y técnicos, así como estudiantes de pre y posgrado.
En consecuencia, el equipo de trabajo se configura con investigadores de tres centros académicos: la Universidad de Chile, Universidad Diego Portales y la Pontificia Universidad Católica de Chile. Los investigadores provienen de Facultades y disciplinas de: Ciencias Sociales (Trabajo Social, Sociología, Psicología), Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas (Ingeniería, Políticas Públicas), Facultad de Economía y Facultad de Derecho.
Dificilmente la solución podrá ser de I + D si la manera de investigar no se abre a la forma en que personas y equipos locales asumen sus impactos. De allí que este proyecto se realiza conjuntamente no sólo con el apoyo financiero de la Fundación COLUNGA, sino en una asociación de colaboración que posibilite que la creación y transferencia de productos esté configurado desde el inicio por un diálogo sustantivo con instancias de servicios públicos como Sename y Gendarmería de Chile junto con organizaciones de la sociedad civil: Proyecto B, CATIM, Infancia Primero, Ideas para la infancia, Corporación de los derechos de la infancia y Corporación Opción. Asimismo, se integran al trabajo dos fundaciones expertas en derechos de infancia como ACHNU y el Observatorio para la Confianza.
De esta forma, se accede a un foco de investigación transdisciplinar; donde el objetivo central es una Innovación pensada desde la falla, que sea capaz de crear un prototipo de alerta temprana; que le sirva a sistemas y programas para implementar y formar a sus equipos desde un código de anticipación en la toma de decisiones. Pensar de este modo vinculante entre Ciencia y Sociedad, es una forma de encontrar soluciones dentro de un sistema complejo que contribuyan a mejorar la calidad de los programas y sus niveles de efectividad.